Un drama que puso en jaque a tres compositores universales.
Tres compositores de la música universal se disputan el honor de llenar con sus notas la gran tragedia que escribió Shakespeare casi cuatrocientos años atrás. Mientras Charles Gounod y Peter Ilyich Tchaikovsky vivían en un mundo paralelo con entornos diferentes desde Rusia o Paris, Serge Prokófiev, años más tarde, y más revolucionario en las técnicas musicales que sus antecesores románticos, sucumbía al encanto del drama pasional, donde la pareja de amantes italianos surgidos de la mente de un dramaturgo inglés, revivía una historia conmovedora.

Charles Gounod
Charles Gounod (1818-1893), músico francés, influenciado por las tendencias musicales de Alemania, Italia y sus propios compatriotas, como Debussy y Berlioz, creador de multitud de obras del género operístico, compuso su mejor pieza musical Romeo y Julieta en cinco actos y la presentó en el Teatro Lírico de Paris el 27 de Abril de 1867 y, al mismo tiempo, preparó un ballet basado en la misma obra, que se estrenó en el Coven Garden de Londres, el 11 de Julio de ese mismo año, reponiéndose con gran éxito de crítica y público, esta vez adaptada al ballet, el 20 de Enero de 1873 en el Auditorio francés de la Ópera Cómica.
Tchaikovsky (1840-1893) fue durante su infancia un prodigio de creación y sensibilidad. Su mente galopaba por delante de su inventiva, tan precoz como deslumbrante. Ya entonces se lamentaba de que la música resonara en él hasta obsesionarle.

Peter Ilyich Tchaikovsky
Entre 1869 y 1870, casi a la edad de treinta años, coloca la primera piedra de su celebridad mundial y compone la obertura-fantasía Romeo y Julieta que, a pesar de no considerar al escritor inglés entre sus más reconocidos y bien amados literatos, se deja envolver por el hechizo de los enamorados que luchan por un ideal y se la dedica a su amigo el compositor Balakirev, de la cual el segundo de sus temas “Dolce, una Sensibile” será considerado como una de las más bellas melodías de la música rusa.

Serge Prokofiev
Serge Prokófiev nace en Moscú el 23 de abril de1891. Se le podría denominar antirromántico. Sus obras sorprenden por sus sonoridades metálicas, su fuerte pulsación rítmica y su tono irónico. Su armonía es nueva, aunque estaba basada en acordes perfectamente enlazados, de una forma no habitual, de una manera similar a los establecidos por Bela Bartók en esos mismos años. Sus composiciones se valoraron como futuristas. Establece su residencia entre la URSS y Paris, pero no fue hasta 1935 cuando compuso para ballet la obra que, como él mismo afirmó, llegaría a durar una velada entera.
Romeo y Julieta se compone de 3 Suites. En ellas detalla musicalmente el desarrollo de la obra y remarca el duelo entre Capuletos y Montescos, descubre al oyente un cuadro sobre la niñez de Julieta, la muerte de Tybaldo, los enamorados antes de la partida y finalmente Romeo junto a la tumba de su amada. Es un poema sinfónico que rebosa lirismo y grandiosidad. Según sus propias palabras: “La evolución gradual de la caída de Julieta tenía para mí todo el premio de un problema musical y dramático de poderoso interés”.

Escena del ballet “Romeo y Julieta” de Serge Prokófiev
Fueron muy diferentes los motivos que indujeron a los tres compositores a fijarse en la obra dramática de William Shakespeare, pero conjugaron una misma idea: Sensibilizar el corazón humano. Incluso, el más contemporáneo de los tres y nada identificado con las tendencias románticas de la época, Prokófiev la envuelve de sentimiento y belleza, convirtiendo la tragedia en la más maravillosa historia de amor.
María de Fraile. Mayo 2020.-
[…] personal con la actriz irlandesa Harriet Smithson, que encarnó papeles protagonistas en obras de Shakespeare tan apasionantes como Ophelia o […]
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